lunes, 23 de agosto de 2010

Todos los días tienen un minuto en que cierro los ojos y disfruto echándote de menos. Incluso en estos tiempos, en los que soy feliz de otra manera, todos los días tienen ese instante en que me jugaría la primavera por tenerte delante. Incluso en estos tiempos triviales como un baile de disfraces, todos los días tienen unas horas para gritar al filo de la aurora, la falta que me haces. Incluso en estos tiempos deaprender a vivir sin esperarte, todos los días tengo recaídas y aunque quiera olvidar, no se me olvida que NO PUEDO OLVIDARTE.