miércoles, 8 de febrero de 2012

Yo elegí quererte y todas las consecuencias que eso trae, elegí que vos seas la persona que llene mis días de sonrisas, elegí que tu olor sea el que mejor le venía a mis sabanas, yo elegí que me comieras a besos, elegí también tu voz al otro lado del teléfono. 
Elegí llorar por vos de vez en cuando, elegí creerme tus verdades y creerme a medias tus mentiras, elegí que no quería otros abrazos, que no quería otras manos agarradas a las mías, que no quería ver por la mañana otra cara que no fuese la tuya, elegí nuestro mes del año y nuestro día del mes, elegí que vos seas mi locura y mi cordura, elegí llenar el silencio de la noche con nuestra risa. 
Elegí las idas y vueltas, las despedidas, elegí la impotencia, la incertidumbre y tu impredecibilidad, elegí las miradas, elegí temblar, elegí hacerme adicta a tus palabras, al silencio de tu voz. Elegí conservar intacto cada momento, y dejar huella de lo que algún día fue. 
Elegí que mi mayor hobbie sea verte dormir entre mis sabanas, elegí no guardarme nada, elegí darte todo, elegí hablar de nosotros cuando hablaba de vos, elegí ser fuerte y luchar por un solo motivo, elegí darte todas mis oportunidades, elegí quedarme con tus manías, tus defectos y tus carencias. 
Elegí perderme por tu respiración en mi oreja, elegí hacerlo despacio, elegí no ponernos límite
Elegí el sabor agridulce de las discusiones que acababan en abrazo, elegí derrumbarme cuando ya no aguantaba más, elegí encontrarte en lugares donde nunca estarías, elegí seguir queriéndote aún cuando ya no estabas. Elegí arriesgar y jugarmela por vos. Y no me arrepiento de nada.